El Último


El mar ante mí es inmenso,
no tiene fin
porque tras él no hay nada,
sólo abismo.
Una gaviota negra
trae la infinita noche en su pico.
Siento las fauces de un fanfin
morder mis dedos descarnados,
me ha dejado los huesos porosos
para que los habiten sus vástagos.
Frío, se siente el frío,
el viento lo coloniza todo
y a todo vuelve invierno.
Y la playa se torna blanca
para vestir de noche solitaria
esta mañana de diciembre,
el último de los meses.
El Último en el último.

© Francisco Castro

Comentarios

Entradas populares