Abril, era abril
Callabas a mi lado
sentados frente a un mar
que nos miraba
y nos amaba
cómplice.
Eras toda cabellos
en mi pupila tímida
que apenas osaba
posarse en ti.
El viento se aliaba
con un sol implacable
y juntos laceraban
nuestra inmaculada piel.
Abril, era abril
el abril de abriles.
El primer abril
de una eterna primavera
© Francisco Castro
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