Todas las tardes
Todas las tardes, al vencer
la batalla por Occidente
el rojizo crepúsculo,
la soledad se vuelve poderosa,
trayendo junto a mí
tu presencia encarnada
en recuerdos de olor a vainilla
y cerezas en secretos rincones.
Sólo entonces la consciencia
de tu piel se hace futuro
en mi ya nocturno presente
© Francisco Castro
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