A veces
A veces llego tan lejos,
en esas noches que tanto conocemos,
cuando la luz se hace nada
y mis ojos son un triste vestigio
de lo que miran los tuyos.
A veces llego tan lejos
que sé que has estado en mis sábanas,
porque en sus arrugas sudorosas
huelo a ti al oler mi esencia
vertida por tu ausente cuerpo.
A veces llego tan lejos
que soy yo el que llega a tus sábanas,
fundiéndome en ellas para ser su tejido
y pasar la noche abrigándote
A veces llego tan lejos
que de tanto soñarte
duermo feliz sin estar contigo.
© Francisco Castro
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