Las grullas siguen sin traer el frío

Cruzo el mediodía
de un octubre loco con aroma de mayo.
Las hojas amarillean sin caer todavía,
parece que el bosque nos regala cobijo
para este calor perenne e intruso.
Suena el tren de mercancías de las 14:00
ensordeciendo a esa idea
que vuelve a escaparse de mi mente.
Sigues estando aquí,
a mi lado, como siempre,
sin evadir tu capital ingente
de sensaciones de nácar
en mi siesta de recuerdos azulados,
mientras emprendo el vuelo
tras ese verso para que no huya.
Quiero que se quede en este
proyecto de poema,
o de lo que sea que acabe siendo.
Sólo sé que será nube
para poblar este azul despoblado
que está sobre mí en esta tarde
a la que las grullas
siguen sin traer el frío.


© Francisco Castro


Entradas populares